Lo que es bueno para uno puede ser malo para otro. Lo que es bueno hoy puede ser malo mañana. No hay valores absolutos ni puede haber juicios universales y estables. Todo es relativo, todo es mudable, todo puede y debe estar en función de la percepción subjetiva de cada uno y de los intereses de las grandes instituciones y grupos sociales. Un enfoque maximalista, que comprende los fines y valores que persigue la legislación, y un enfoque minimalista, que trata exclusivamente de los medios o instrumentos dirigidos a optimizar la legislación desde el punto de vista sociotécnico, o lo que es lo mismo, de su calidad lingüística y sistemática, así como de su eficacia y Las ansias modernizadoras del siglo XIX produjeron grandes transformaciones que implicaron la destrucción de calles, barrios y edificios de interés para entender la